La Literatura Española En La Edad Media. Introducción
Durante toda la Edad Media el latín fue
la única lengua para la transmisión del conocimiento y de la literatura culta.
Por eso, las primeras manifestaciones literarias en lengua romance tienen
carácter popular y oral, ya sean de género lírico (ver t3)
o épico (ver t4).
La poesía culta (ver t5)
y la prosa literaria (ver t6)
no aparecerán hasta el final de este periodo.
El
contexto socio cultural de la Edad Media
En la Baja Edad Media (siglos XII a XV)
la sociedad medieval se fue transformando debido a una serie de factores:
·
Un desarrollo económico notable,
que permitió alcanzar un nivel de prosperidad general desconocido hasta
entonces.
·
El crecimiento de las
ciudades, que supuso la aparición de la vida urbana.
·
El incremento de contacto con
países lejanos a través de embajadas e intercambios comerciales, sobre
todo a raíz de las cruzadas.
Como consecuencia de todo ello nacieron
nuevas costumbres y se difundieron nuevas ideas, que se tradujeron en la vida
cotidiana en un mayor refinamiento en los gustos y en una mentalidad más
mundana.
El español es una lengua romance de las
varias que surgieron en la península durante la Edad Media. Desde sus inicios
tuvo un fuerte carácter innovador frente a las restantes lenguas peninsulares y
después se mantuvo sin cambios importantes hasta el siglo XVI.
CARACTERÍSTICAS
LINGÜÍSTICAS DE LOS TEXTOS MEDIEVALES
·
Variedad de formas: en una misma época, o incluso en un mismo autor o
texto puede existir variedad en las formas fonéticas; en el sistema verbal (dezié / dezía / dizía);
en la morfología (venie / venía) y en el léxico (poridat / secreto).
·
Coexistencia de
lenguas diversas: no es raro encontrar rasgos
lingüísticos que no pertenecen al castellano en textos inicialmente escritos en
esta lengua.
LA
PRONUNCIACIÓN MEDIEVAL
·
Consonantes sordas y
sonoras: la diferencia más importante con la
lengua actual es que existían consonantes sordas y sonoras, como sucede todavía
en el gallego, el catalán, el italiano y el francés.
·
La g (ante e, i)
y la j se pronunciaban como en inglés (joy).
·
La x representaba el
sonido sordo, equivalente al sonido de la ch francesa (chevalier).
·
La z se pronunciaba [ds],
y la c (ante e, i) y la ç como [ts],
nunca como [s] o [z].
·
También había una s sorda,
representada por la grafía ss en posición intervocálica, y
una s sonora.
·
Otras consonantes: la f pasó
pronto a ser una h aspirada, que luego desapareció.
En la Edad Media muy poca gente sabía
leer y escribir. Además, los textos se escribían a mano en hojas de pergamino,
en un proceso largo y costoso, por lo que sólo las obras consideradas
importantes eran copiadas.
Debido a estas circunstancias, la
literatura fue mayoritariamente transmitida y disfrutada de modo oral:
·
Los poemas solían ir
acompañados de música, lo que favorecía su aprendizaje de memoria.
·
Los relatos en prosa eran
casi siempre leídos en voz alta, para un grupo de personas que se reunía a
escuchar la voz del narrador.
Los
géneros de la literatura medieval
·
Lírica (ver t3):
las manifestaciones literarias más antiguas que conservamos en romance son las
jarchas mozárabes. Por eso, se cree que las canciones líricas populares nacen
al mismo tiempo que las lenguas romances.
·
Épica: la mayor parte de las manifestaciones literarias
conservadas pertenecen a este género. Existían dos movimientos que lo
desarrollaban:
·
El mester de juglaría (ver t4):
era oral y popular, y desarrolló la literatura heroica.
·
El mester de clerecía (ver t5 y ver t6):
lo escribían los clérigos en los monasterios, con finalidad didáctica.
La Poesía Oral En La Edad Media (I). La Lírica
El deseo de manifestar los sentimientos
y de relatar los sucesos más destacados en canciones es un impulso universal
que han experimentado todos los pueblos en todas las épocas. En las literaturas
vernáculas el verso nació antes que la prosa. Dado que poca gente sabía leer y
escribir (y quien sabía lo hacía en latín), los textos literarios se
transmitían casi exclusivamente en forma oral. Dentro de esta tradición oral se
prefería el verso, que era más fácil de memorizar y podía ir acompañado de
música.
Anonimia y tradicionalidad
Por su propia naturaleza, la poesía oral
era y es anónima. Esto no significa que los poemas o canciones carezcan de
autor, ya que en el origen de toda composición hay un creador individual.
Pero cuando un poema es cantado o
recitado por las gentes, éstas comienzan a considerarlo de su propiedad y se
transforma así en una pieza tradicional. Por otra parte, la
transformación oral favorece que una composición sea interpretada de distinta
manera por individuos diferentes.
Esto hace que puedan existir
múltiples versiones de una canción lírica (o también de un
romance).
Juglares acompañándose
con instrumentos musicales, según una miniatura de las Cantigas de
Alfonso X el Sabio (Biblioteca del Monasterio de El Escorial).
·
Origen: es imposible saber cuándo se compusieron los
primeros poemas. Aunque hay testimonios escritos bastante antiguos, no se puede
descartar que hayan existido otros anteriores. Además, surge la duda de si la
versión conservada es un poema que ya existía o si fue inventado tardíamente
por un escritor conocido que imitaba el estilo tradicional.
·
Recopilación: no puede determinarse tampoco el conjunto de obras
tradicionales, ya que muchas de ellas no han pervivido y otras lo han hecho
sólo después de ser filtradas por la sensibilidad de un poeta culto.
·
Tres son los géneros de
la poesía de tradición oral cultivados durante la Edad Media:
·
Poesía lírica.
·
Poesía épica o epopeya (ver t4).
·
Pervivencia: la poesía épica desapareció pronto, cuando terminó
el periodo más duro de la Reconquista. En cambio, tanto la poesía lírica
tradicional como los romances han superado el paso del tiempo y se conservan
vivos en la memoria hasta nuestros días.
Las faenas agrícolas
solían acompañarse de cancioncillas que se transmitían de padres a hijos y que
hacían más llevadero el trabajo. En la imagen, escena de siembra según un Libro
de horas (BIBLIOTECA NACIONAL, MADRID).
·
Su tema principal es el
amor, expresado casi siempre desde una perspectiva femenina y en forma de
queja. En algunas de estas composiciones se encuentran referencias a las faenas
agrícolas, al mar, a las romerías y a otras actividades de la vida cotidiana.
·
Las quejas impregnan de
patetismo y misterio los versos, especialmente gracias a las formas sintácticas
afectivas (exclamaciones, interrogaciones, apóstrofes) y a la escasez de
detalles concretos.
·
Las referencias simbólicas a la naturaleza sirven
con frecuencia para señalar el enlace entre la vida y la muerte.
·
El estilo es conciso y
de gran sencillez sintáctica y léxica. Consigue la hondura lírica con la
repetición de ideas que comunican el gozo o el dolor que produce el amor.
Distribución geográfica de la lírica
peninsular
Estrofas
|
Época
|
Lengua
|
Zona geográfica
|
Jarchas.
|
Los primeros testimonios escritos son del siglo XI.
|
Mezcla de árabe vulgar y romance mozárabe.
|
El Sur, la zona de Al-Ándalus.
|
Cantigas de amigo.
|
Las más antiguas conocidas, del siglo XII. Los poetas de la Corte
castellana las utilizaron hasta el XV.
|
Gallego-portugués.
|
El Noroeste, la zona de Galicia y Portugal (pero también se utilizaron en
la Corte castellana).
|
Villancicos.
|
Los más antiguos que se conservan son de fines del siglo XV.
|
Castellano.
|
La zona castellana.
|
Danzas, baladas y albas.
|
Danzas, baladas y albas.
|
Provenzal y catalán.
|
El Nordeste, la zona de Cataluña.
|
·
Las jarchas andalusíes
son brevísimas estrofas de no más de cinco o seis versos, compuestos en una
mezcla de árabe con romance, que aparecen al final de las moaxajas.
El asunto más frecuente en las jarchas es la queja de una muchacha por el
abandono o la ausencia del amado. La expresión suele ser exclamativa o
interrogativa.
·
Las cantigas de amigo
gallego-portuguesas son algo más extensas que las jarchas. Se trata de estrofas
encadenadas mediante una estructura paralelística en la que un verso o estrofa
es repetido en la siguiente con variaciones mínimas, y así sucesivamente.
·
Los villancicos castellanos
constan de dos partes: el estribillo y la glosa. El estribillo, o villancico en
sí, está formado por un núcleo de dos o tres versos iniciales que se repite,
todo o parte, al final de cada estrofa. La glosa son las estrofas donde se
desarrolla el contenido del estribillo.
·
Las danzas parecen
tener un origen ritual, religioso o mágico, del que se va independizando para
adquirir el carácter de distracción popular y cortesana.
·
Las baladas son poemas
de varias formas, de tema lírico y carácter melancólico. Están compuestos por
tres estrofas y una dedicatoria final llamada envío.
·
Las albas son
composiciones poéticas cantadas, con métrica variable y un estribillo que suele
introducir la palabra «alba». El tema principal es el mal de amores, aunque a
veces, son también una alabanza al nuevo día.
La Poesía Oral En La Edad Media (II). La Épica
El gusto por la narración es común a
todas las épocas. La épica se define como una narración heroica en verso. En la
Edad Media, la guerra formaba parte de la realidad diaria. La Reconquista y los
enfrentamientos entre los diversos reinos hacían de las guerras un hecho
habitual en el vivir de las gentes. La curiosidad por conocer los hechos gloriosos
de la historia colectiva explican el nacimiento de las epopeyas o relatos
épicos.
Los poemas épicos eran recitados o
cantados por los juglares, acompañados de música semitonada, y reciben el
nombre de cantares de gesta (del latín gestae ?hechos,
hazañas?). En ellos se exaltaban las hazañas de un héroe en el que la
colectividad veía representadas las virtudes de un pueblo o de la época.
En otros lugares, como en Francia, se
conserva un importante número de obras de épica, (ver t50) pero en Castilla tan sólo contamos
con tres cantares de gesta:
·
Un fragmento de unos mil versos
del Cantar de Roncesvalles (códice del siglo XIII).
·
Un poema tardío y muy defectuoso que
versa sobre las Mocedades de Rodrigo (siglo XIV).
·
El Cantar de mio Cid (principios
del siglo XIV).
Narra las hazañas de Rodrigo Díaz de
Vivar, personaje histórico que murió en 1099. El manuscrito en que fue copiado
pertenece al siglo XIV.
ASUNTO
El Cantar está formado
por tres partes o cantares:
·
En el Cantar del destierro se
cuenta cómo el Cid se ve obligado a abandonar sus tierras, expulsado por el rey
Alfonso VI de Castilla.Tras dejar a su mujer, Jimena, y a sus hijas en un
monasterio, emprende diversas correrías en tierra de moros, donde consigue
grandes beneficios con los que hace regalos al rey para conseguir su perdón.
·
En el Cantar de las bodas se
inicia la reconciliación con el monarca, quien permite que la familia del Cid
se reúna con él en Valencia, cuya conquista marca el clímax bélico del poema.
El rey concierta las bodas de las hijas del Cid con los infantes de Carrión,
poderosos nobles castellanos que sólo quieren su riqueza.
·
El Cantar de la afrenta de
Corpes narra diversos episodios en los que se muestra la cobardía y la
avaricia de los infantes de Carrión. Para vengarse, los infantes se marchan de
Valencia con sus mujeres, las hijas del Cid, y en el camino las azotan y
abandonan. El Cid pide justicia y el rey juzga y condena a los infantes de
Carrión, que finalmente son derrotados en un duelo.
Ilustración de
la Crónica del Cid Campeador (1502), que hace alusión al
episodio en que los infantes de Carrión huyen atemorizados ante un león.
TEMA Y ESTRUCTURA DEL CANTAR
DE MIO CID
·
El tema central es la recuperación
del honor por parte del protagonista.
·
La estructura interna de
la obra gira en torno a la pérdida y recuperación del honor del Cid:
·
El destierro supone la pérdida del honor
público, que Rodrigo recupera mediante la conquista de Valencia, y el
consiguiente perdón real.
·
Una vez en la cima del poder político,
la humillación y el abandono de sus hijas por los infantes de Carrión le lleva
a perder su honor privado, que restaura cuando anuncia la boda de sus hijas con
hijos de reyes.
El Cid fue desterrado
por primera vez porque hizo jurar al rey Alfonso VI que no había tomado parte
en la muerte de su hermano Sancho II el Fuerte.
La épica entra en decadencia en el siglo
XIV. Por esas mismas fechas surgen los primeros testimonios indirectos sobre la
difusión de los romances; poemas narrativos, orales y populares, que no
pertenecen a la literatura culta.
CARACTERÍSTICAS DEL ROMANCE
El romance es un poema de extensión
variable compuesto de versos octosilábicos en el que riman los pares y quedan
sueltos los impares. La rima suele ser asonante.
El romancero tiene los siguientes rasgos
de estilo destacados:
·
Esencialidad: se elimina todo lo superfluo con el fin de conseguir
la mayor concentración expresiva. Por esto, muchos romances sólo cuentan la
escena culminante de un relato más extenso. Esta característica se conoce como
fragmentarismo.
·
Dramatismo: la intensidad afectiva se consigue mediante el
empleo de recursos comunes a la lírica tradicional, como las exclamaciones y
las interrogaciones. El romancero, además, desarrolla otros recursos para dar
dramatismo a la acción, como el diálogo o la repetición.
·
Lenguaje: los romances comparten con la lírica la sintaxis
sencilla y con la épica, el uso de fórmulas y epítetos épicos. Además, en el
romancero destaca la presencia de un lenguaje arcaizante y el uso peculiar de
tiempos verbales, lo que le confiere un tono inconfundible.
CLASIFICACIÓN DE LOS ROMANCES
·
Noticieros: cuentan noticias históricas cercanas a la
composición del romance.
·
Épicos o heroicos: recogen episodios relacionados con el Cid y otros
héroes procedentes de la épica española y extranjera.
·
Novelescos o
juglarescos: Suelen narrar historias de amor y en
ellos las mujeres tienen un protagonismo fundamental.
·
Fronterizos: narran sucesos ocurridos en la frontera con los
reinos musulmanes. En estos romances, los musulmanes aparecen caracterizados como
seres sensibles y caballerosos.
La Poesía Culta De La Edad Media. El Mester De Clerecía
El mester de clerecía fue una corriente
de poesía culta con la que los monjes pretendían difundir los conocimientos
adquiridos a través de los textos latinos. Para ello recitaban ante los
peregrinos que acogían en los monasterios narraciones didácticas. Las dos obras
más importantes que conservamos son Los milagros de Nuestra Señora, de Gonzalo
de Berceo, y el Libro de buen amor, del arcipreste de Hita, ambas escritas en
la estrofa llamada cuaderna vía.
·
Se conoce con el nombre de mester de
clerecía a un conjunto de poemas narrativos de intención
didáctica y carácter culto escritos en cuaderna
vía y compuestos en los siglos XIII y XIV.
·
Frente a los poemas juglarescos,
inspirados en el folclore y los sucesos épicos, caracterizados por la
irregularidad silábica y la rima asonante, los poemas de la clerecía tenían un
contenido didáctico, aunque no necesariamente religioso, y en ellos se hacía
alarde de la habilidad técnica que exigía la cuaderna vía.
·
La cuaderna vía o
tetrásforo monorrimo es la forma métrica elegida por los poetas cultos.
Consiste en cuatro versos de catorce sílabas cada uno con una fuerte cesura o
pausa en medio y rima consonante.
Fomentar la devoción
popular fue un motivo constante en la temática de la literatura medieval. La
imagen muestra un detalle de las Cantigas de Nuestra Señora, de
Alfonso X el Sabio.
Al mismo tiempo que cumple una intención
didáctica, Berceo quiso con sus obras dar fama y prestigio al
monasterio convirtiéndolo en un centro de peregrinación. Por ello, casi todos
los santos cuya vida relata estuvieron conectados con San Millán o sus
cercanías.
Los milagros de Nuestra Señora
Se trata de una colección de veinticinco
milagros que aparecen precedidos por una introducción alegórica. Cada milagro
es una especie de cuadro que sirve de marco a la imagen de
la Virgen redentora de los pecadores. Muchos de los relatos
tienen origen folclórico y en no pocos de ellos se incluyen
detalles cómicos.
Con el fin de poner al alcance de la
gente los relatos inaccesibles para ella de los textos latinos, el autor adopta
un lenguaje sencillo, con diminutivos, sinónimos, expresiones
populares y refranes. Además, se presenta como un juglar, con
referencias y llamadas de atención al público características de la juglaría (ver t4).
El Libro de buen amor es
la obra maestra del mester de clerecía. Su autor fue Juan Ruiz, arcipreste de
Hita. El panorama literario del siglo XIV se ve marcado por la aparición de
esta obra, donde se recogen muchas de las ideas medievales, pero con una visión
crítica que anuncia las nuevas ideas burguesas.
Edición de la época
del Libro de buen amor
ASUNTO Y ESTRUCTURA
El asunto de la obra es una serie
de aventuras amorosas contadas en primera persona. El relato
autobiográfico es sólo un recurso estructural para hilar los episodios líricos
y narrativos que componen el poema y que giran en torno al tema del amor y sus
engaños.
MATERIALES QUE COMPONEN LA
OBRA
·
Fábulas y apólogos que se insertan como ejemplos en las distintas
aventuras.
·
Sátiras, como la que se hace sobre el poder del dinero.
·
Una colección de composiciones
líricas en la que Juan Ruiz alterna la cuaderna vía con otras
estrofas.
·
Un relato alegórico que
desarrolla una batalla paródica entre don Carnal y doña Cuaresma.
·
Una recreación de la
comedia latina Pamphilus, que cuenta los amores entre doña Endrina
y don Melón, en los que interviene como mediadora la vieja Trotaconventos.
INTENCIONALIDAD
Es difícil determinar el carácter didáctico o
de entretenimiento de la obra debido a la superposición de
elementos religiosos y profanos, así como el vaivén entre tono admonitorio y
otro francamente burlesco.
OBRAS ANÓNIMAS DEL MESTER DE
CLERECÍA
·
Libro de Alexandre: Cuenta la vida de Alejandro Magno desde su
nacimiento hasta su muerte, con un claro carácter doctrinal.
·
Libro de Apolonio: Narra los accidentados viajes del rey Apolonio, que
aparece presentado como el perfecto caballero.
·
Poema de Fernán
González: Cuenta la independencia de Castilla
respecto a León través del primer conde castellano. Se han añadido diversos
elementos religiosos que modifican en parte el carácter heroico del
protagonista.
La Prosa Medieval
Hasta el siglo XIII no existe prosa
literaria en castellano. El romance había sido considerado una lengua apropiada
para la comunicación oral y el verso, pero no para la composición de obras
científicas, filosóficas y literarias, que se escribían en latín o árabe. Con
la decisión de Alfonso X de convertir el castellano en la lengua oficial de la
cancillería y de traducir textos latinos y árabes al castellano comienza un
proceso de dignificación de la prosa romance. Este proceso culminará con la
creación en el siglo XIV de la prosa de ficción, cuyo máximo exponente es don
Juan Manuel.
La gran aportación de la obra alfonsí
fue hacer del castellano una lengua de cultura, capaz de transmitir información
sobre materias que hasta entonces habían quedado reservadas al latín o al
árabe.
OBRA DE ALFONSO X
Según los temas que tratan las obras, la
producción alfonsí se puede dividir en varios apartados:
·
Obras históricas: son las más importantes desde un punto de vista
literario. La Crónica General o Estoria de España, pretendía
ofrecer la historia de la península Ibérica y la Grande e General Estoria fue
concebida como una historia universal, desde los orígenes del mundo hasta los
tiempos de Alfonso X. Ambas quedaron incompletas.
·
Obras jurídicas: Alfonso X trató de dotar a sus reinos de un código
legal común, del que carecían. Las Siete Partidas es la
recopilación de leyes más importante de la Castilla medieval.
·
Obras de
entretenimiento: su objetivo era proporcionar normas
para el ocio. El Libro de ajedrez, dados y tablas es
el título más importante.
·
Obras científicas: son básicamente traducciones de tratados
astronómicos y astrológicos árabes. Destacan Los libros del saber de
astronomía, el Lapidario y las Tablas alfonsíes.
Algunos de éstos gozaron de una gran difusión en Europa.
Ilustración del Libro
de ajedrez, dados y tablas de Alfonso X el Sabio.
Los orígenes de la prosa de ficción
A diferencia de lo ocurrido en los
siglos anteriores, a partir del siglo XIV proliferan las obras en prosa, y
entre ellas sobresale el cuento.
EL CUENTO MEDIEVAL
Ya desde el siglo XIII se traducen
varias colecciones de cuentos de procedencia oriental (ver t54). Estos cuentos o fábulas tenían un
propósito didáctico: servían para ilustrar o ejemplificar un comportamiento,
una regla, etcétera. Por esto reciben el nombre de «ejemplos» o, en
castellano medieval, «exemplos».
La novedad más evidente de la obra de
don Juan Manuel respecto a Alfonso X es que en sus libros introduce la ficción,
esto es, que los hechos que cuenta no son históricos, sino puramente
literarios.
Don Juan Manuel es el primer escritor
que muestra una clarísima conciencia de autor. Se preocupó de que
sus obras fueran correctamente transmitidas, a la vez que demuestra su
conocimiento de los recursos estilísticos y del lenguaje.
Además, don Juan Manuel no duda en entremeterse en
las páginas de sus obras, así como en la cita de las obras o
los autores de los que ha tomado sus relatos.
Con sus obras, don Juan Manuel pretende
instruir a un público amplio y para ello se sirve de elementos amenos, como la
narración de hechos ficticios.
El conde Lucanor está dividido en cinco libros, que se pueden
agrupar en tres partes:
·
Una colección de cincuenta y un ejemplos,
que es la parte más extensa y central del libro. Un conde, Lucanor, expone a su
tutor, Petronio, diversas dudas relacionadas con problemas de tipo práctico.
Petronio responde contándole un ejemplo o cuento con alguna enseñanza.
·
Un conjunto de cien proverbios,
que tienen un contenido moral y filosófico.
·
Un tratado sobre la salvación del alma.
Los dos personajes principales,
el conde Lucanor y su consejero, aparecen en las tres partes, dotándolas de
unidad.
El tema constante de la
obra es cómo salvar el alma dentro del estamento al que pertenece cada uno.
Todos los ejemplos tienen una estructura fija:
·
Diálogo inicial en el que Lucanor expone a Petronio su
problema, y que sirve como marco para el ejemplo.
·
Ejemplo o relato de Petronio como respuesta a las dudas
de Lucanor.
·
Aplicación que hace Petronio de la enseñanza general que se
desprende del relato al problema concreto planteado por el conde.
·
Intervención de don Juan Manuel, que incluye una moraleja.
El estilo de cada una
de las tres partes es diferente: en los ejemplos es claro y sencillo, mientras
que en los proverbios es conciso y a veces oscuro. En la tercera parte vuelve a
ser claro, pero el contenido doctrinal dificulta su comprensión.