miércoles, 27 de julio de 2016

La visita. Semana 24

Lea cuidadosamente el texto, algunas palabras han sido resaltadas para que sean consultadas, continúe con cada una de las palabras cuyo significado desconozca, reescriba el texto de manera que pueda comprenderlo de manera sencilla. Prepárese para salir al tablero y explicar que entendiò de la lectura, al igual que el significado de las palabras que le sean preguntadas por el docente
La visita.

Muy al alba. La fámula Salió a realizar su periplo cotidiano, su caminar paquidérmico, se acompasaba con su rostro escuálido, donde solo los brillos de los luceros alegraban su tránsito por la senda de cotidiano recorrido.

Ella, con su figura silfica, su vientre llano, sus pechos redondeados, sus piernas longas y torneadas, su cabello ondulado y mostrando la nieve de los años, tiene la virtud de convertir en alborozo el lánguido trasegar de la existencia.

Caminando raudamente por la estrecha calle, donde solo se siente el ósculo de amantes frenéticos que buscan sosegar sus ansias de lujuria, no importa el tálamo de uso transitorio, ni de sábanas raídas por la constante ablución de las sirvientes.

Se dirige al hostal de sus amores, donde por dilatadas horas su cuerpo descansa entre velos y tules de colores encendidos. Ella cruza el zaguán, busca el ático y el solar, anhela encontrar el alero y en el dintel de cada puerta estrechar extremidades en sublimes mimos dedicarse al himeneo matutino y placentero.

El mancebo complaciente la entretiene, pasan presurosos los minutos, no hay sosiego en sus cuerpos agitados, su motor urge más presiones, su serosidad irriga sus masas fogosas llegando al éxtasis ansiado.

Avanza la mañana hasta el cenit, el gozo no reposa, solo esperan el ocaso de su encuentro, exprimiendo hasta finiquitar sus enterneces. Embelesados por sus labios, digitando palabras en sus dorsos y rubricando su devota lid, donde la jaculatoria en honor Venus y Afrodita, es una tonadilla que compunge lo más hondo de la entraña.

Termina el peregrinaje, la aya sabe que le espera otro episodio, sus quehaceres deben persistir, la visita concluyó, queda la reminiscencia del momento, las fruiciones del encuentro ya soñado, la perspectiva de salmodiar deleite pleno, de sumir entre estepas y montañas, entre cimas y falos sorprendentes, un nuevo alborear lleno de vida, de encanto y de placer.


¿Quién podrá consolidar ser convidado a la próxima alusión a ser amado? Espero que al arribo de la Aurora, tu enjundia soporte las ansias de doncella en los brazos del galán ardoroso por ser tuyo.


Juan Antonio Guerrero Sandoval.